¿Cuántas piezas tiene un coche? Por fuera, a simple vista, un coche convencional puede parecer un conjunto sencillo de componentes, puesto que lo complejo está guardado en su interior. Y aunque sepamos diferenciar fácilmente las diferentes partes de las que consta un automóvil, muchos se sorprenden cuando conocen cuántas piezas tiene un coche en su totalidad en realidad. Hablamos de ello en este artículo de Recomotor.
Debes saber que no hay un número exacto de piezas para responder a esa pregunta, ya que dependerá de cada fabricante, modelo, de la antigüedad del coche en concreto y de lo detallista que sea la marca con cada uno de sus elementos fabricados. Sin embargo, puedes hacerte a una idea estimada. Los expertos indican que un coche convencional suele tener unas 70.000 o 100.000 piezas. Quizás más en función del tipo de coche que sea.
Cuántas piezas tiene un coche: ¿Cuál es el coche con menos componentes?
En este sentido, todos subrayan que paradójicamente, el coche con mayor tecnología avanzada del planeta, un Fórmula 1, es precisamente el coche que menos piezas tiene.
Ello es debido a que los equipos de F1 analizan hasta el más mínimo detalle y crean sus coches con el objetivo de que su montaje sea el más fácil y rápido posible, ya que en caso de avería se aseguran poder devolver el coche a pista lo antes posible.
Por ello, en su construcción un punto clave es la reducción de sus piezas al mínimo. En este caso, en un Fórmula 1 habría unas 60.000 piezas, bastantes menos que las de un coche convencional.
El número de piezas, en aumento con el paso de los años
A diferencia de los Fórmula 1, la evolución de los vehículos de calle y el aumento de sus funcionalidades ha traído consigo un correspondiente aumento de las piezas de construcción de los coches. Es decir, el primer coche creado tenía menos piezas que el actual. Y posiblemente, un coche actual tenga menos piezas que uno de hace 20 años.
Un ejemplo claro es el del Ford T. Ese fue el coche con menos piezas de la historia. Fue el primer coche fabricado en cadena por Henry Ford, creador de la idea de montaje en cadena que tanto revolucionó el mundo. Aquel vehículo disponía tan solo de 43 piezas y su éxito fue enorme: se vendieron 15 millones de unidades en todo el mundo.
Piezas de mecánica rápida o lenta
Para contar el número de piezas que puede tener un coche, es importante recordar las partes claves que tiene un vehículo. Por ejemplo, solo en una carrocería de coche puede haber unas 500 piezas, aunque no lo parezca.
¿Qué son las piezas de mecánica lenta?
Entre todas las partes de un vehículo se puede hacer una gran diferenciación: las piezas de mecánica rápida y las piezas de mecánica lenta.
Las piezas de mecánica rápida son aquellas que se reemplazan regularmente y de forma veloz, como por ejemplo el aceite del motor. Mientras que las de mecánica lenta son las piezas imprescindibles de un automóvil, como su motor, el inyector, el alternador, la caja de cambios, la correa de distribución, etc. Esta diferenciación de piezas también se puede hacer entre componentes ‘imprescindibles’ y ‘adicionales’, por ejemplo.
¿Dónde comprar las mejores piezas de coche?
En caso de las piezas de mecánica rápida, es fácil encontrar recambios de calidad a poco precio. Lo más complicado es encontrar piezas de mecánica lenta a un precio competitivo, de calidad y con garantía. Antes, las personas se gastaban mucho dinero en estas piezas de coche nuevas, comprándolas directamente a fábrica.
Pero ahora, el nacimiento de Recomotor permite que cualquier taller profesional pueda comprar piezas de coche de segunda mano de calidad y con garantía de 3 a 12 meses, de forma rápida y barata.
Recomotor ha llegado para cambiar el mercado y está teniendo un enorme éxito entre los miles de talleres que ya adquieren las piezas que necesitan a través de su plataforma online.
Los coches eléctricos, menos piezas
Ya sabemos cuántas piezas tiene un coche convencional. Pero ahora, la duda pasa a ser otra: ¿Cuántas piezas tiene un coche eléctrico?
Si un coche convencional podría estar formado por unas 70.000 o 100.000 piezas, se calcula que un coche eléctrico debería estar formado por un 60% menos de componentes.
El coche eléctrico es más sencillo, y en muchas ocasiones reemplaza algunos elementos manuales por funcionalidades de software. Por ejemplo, en el Audi RS Q e-Tron de Carlos Sainz del Dakar la firma alemana no puso un diferencial físico, sino que se inventó un diferencial virtual que moviera al unísono las ruedas a través de un software central.
Eso significa una reducción de piezas, pero a su vez, un aumento innumerable de sensores. Los coches eléctricos, con cada vez más sistemas de seguridad e innovación, incorporan miles y miles de sensores más que sus homólogos convencionales.
Sin embargo, como hemos dicho, un coche eléctrico dispone de menos piezas en su conjunto. Por ejemplo, podemos comparar las piezas que hay en un motor eléctrico y en uno de combustión: El motor eléctrico dispone de un eje, roto, bobinado, cojinetes, escobillas, estator y carcasa. Y entre ellas, solo el rotor es móvil. Eso sí, al motor eléctrico se le debe asociar una caja de baterías, que será la que guarde y proporcione la energía al motor.
En cambio, el motor de combustión de gasolina o diésel dispone de muchas más piezas, muchas móviles y, por tanto, con mayor desgaste. Así pues, su menor número de piezas, pero sobre todo, el hecho de que solo una de sus piezas sea móvil, hace que el motor eléctrico no necesite el mantenimiento de un motor de combustión y su fiabilidad sea mayor.
Esta pauta se sigue en todas las partes importantes del vehículo. En la transmisión, hay eléctricos sin caja de cambios ni embrague, por ejemplo. También hay muchos cambios en cuanto a los elementos periféricos del motor. Un motor de combustión está rodeado de múltiples piezas como válvulas, bombas, cajas, colectores, el alternador, un motor de arranque, sistemas de inyección y de sobrealimentación y un escape. Mientras, para un motor eléctrico la mayoría de estos componentes desaparecen.
Pero no pasa lo mismo en el sistema de refrigeración. En este caso, el coche eléctrico tiene mayor complejidad debido a la importancia clave de poder mantener la correcta temperatura de la batería, así como su electrónica y el cargador que se utiliza.
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